María Marte, de fregar platos a dos estrellas Michelin
La chef de Club Allard nos cuenta su historia, la de una niña dominicana que creció entre orégano y cilantro y que, tras mil avatares, logró llegar a lo más alto de la gastronomía española

Empezó fregando platos y ahora tiene dos estrellas Michelin. Caramba. Esta historia la cogen los americanos y nos hacen un remake de 'La Cenicienta' o un 'Pretty Woman' en un pispás. Pero no seamos tan frívolos: aunque la de María Marte sea una vida que da para una película, en ella no hay nada de Cenicienta: en su biografía no hay hadas madrinas ni varitas mágicas ni zapatos de cristal y, en cambio, sí hay constancia, esfuerzo, tenacidad.


Esos juegos de niña se fueron consolidando: entró a trabajar a la cocina de El Rincón Montañés y allí aprendió a fondo la gastronomía tradicional dominicana; más adelante llegó a montar su propia empresita de catering en la que ella hacía todos los trabajos: comprar, preparar, guisar, servir, limpiar....



Su etapa como chef ejecutivo del Club Allard ya es de todos conocida. Pero merece la pena acercarse a entender la trayectoria por la que alguien puede, desde lo más bajo, subir a lo más alto. "Sí, de mí dice la gente que soy una luchadora, pero no es del todo cierto. No creo que sea eso lo que mejor me defina. Antes que nada soy una soñadora, pero tuve que luchar y hacerme dura para conseguir mis sueños".
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