Mujeres que mandan en la gastronomía (y no frente a los fogones)
- Se han atrevido a hacer frente a estereotipos machistas y a una sociedad desigual
El debate sobre el papel de la mujer en la sociedad actual se extiende también a la industria alimentaria y de las bebidas. Y que sea noticia que exista una marca de café o un restaurante de sushi regentados y llevados sólo por mujeres es prueba de que el feminismo sigue siendo necesario.
Sushi a pequeños bocados
Y si no que se lo pregunten a Yuki Chizui, de 29 años, que se ha atrevido a desafiar uno de los grandes estereotipos de Japón: que las mujeres no pueden preparar el sushi. Los argumentos en contra es que tienen las manos demasiado calientes, demasiado pequeñas o, y esto es para flipar, tienen la regla.
Según Jiro Ono, un chef con tres estrellas Michelin, “las mujeres sufren un desequilibrio en el sentido del gusto por culpa de la menstruación y por eso no son buenas ‘itamae’”, que es como se denominan quienes hacen el sushi.
Por el contrario, Chizui opina que tener las manos pequeñas permite hacer unas piezas de niguiri y rollitos más adecuados para comer de un solo bocado. “También tenemos”, dice, mayores dotes de comunicación.
En Hadeshiko Sushi, su restaurante de Tokyo, sólo trabajan mujeres que, además, tienen que luchar contra otros prejuicios. Como se encuentra en el barrio de Akihabara, donde proliferan los “maids cafés”, muchos de los clientes piensan que se trata de una versión de sushi de esos lugares donde las camareras tienen la misión de complacer, de una forma entre inocente y provocativa, pero no explícitamente sexual, los deseos de la clientela masculina.
Pionera en las bodegas
También ha tenido que luchar contra el inconveniente de ser mujer Ntisiki Biyela. Pero no sólo contra eso, ya que es una de las pocas personas de color que tienen un papel relevante en la industria vitivinícola de Sudáfrica. De hecho, fue la primera elaboradora de vino en su país natal y ahora tiene su propia marca, Aslina Wines, con cuatro varietales, Chardonnay, Sauvignon blanco, Cabernet Sauvignon y Burdeos.
Nacida en 1978 en una aldea zulú, tras fracasar en los estudios, fue aceptada en un programa de formación profesional universitaria en viticultura y enología, promovido por las Líneas Aéreas Sudafricanas.
Ntisiki Biyela fue la primera elaboradora de vino en su país natal y ahora tiene su propia marca, Aslina Wines
Al graduarse consiguió un trabajo como enóloga en las bodegas Stellekaya, donde elaboró su primer vino, un tinto que obtuvo la medalla de oro de los premios Michelangelo. También fue nombrada Vinatera del Año de Sudáfrica en 2009. En 2016 creó su propia empresa, ya reconocida a nivel internacional.
Cuando el café se viste de rosa
Por si el nombre de la marca de café City Girl no dejara clara la intención de su creadora, el color rosa del paquete es una buena pista de por dónde van las cosas. Todo el grano con que se elabora el café de la marca procede de cultivos propiedad o regentados por mujeres y se destina una parte de la venta de cada paquete a proyectos para promover a mujeres vulnerables en los lugares de origen de la producción.
La iniciativa partió de Alyza Bohbot, perteneciente a una familia de cafeteros de Minnesota (Estados Unidos), tras constatar que la mitad de quienes se dedican a la recolección de café son mujeres y que éstas realizan el 70% de las labores necesarias para llevar los granos al mercado. Pero su labor apenas es conocida, y mucho menos reconocida.
Y desde luego sólo una ínfima parte de quienes tienen un papel preponderante en la industria pertenecen al género femenino. Otra de las particularidades de la marca es que parte del café que comercializan proviene del comercio justo y que han obtenido el certificado que garantiza que los granos se cultivan si pesticidas ni herbicidas.
El ron no es sólo cosa de hombres
La singularidad es lo que convierte a Joy Spence en una muestra del empoderamiento femenino. Y es que fue la primera mujer del mundo en conseguir el título de Master Blender. Nacida en Jamaica hace 66 años, es jefa de destilación de Appleton Estate, una de las marcas de ron más antiguas de su país. Licenciada en Química Analítica en Inglaterra, empezó en la empresa como científica, hasta que decidió dar el paso a la creación de licores hace unos años.
Ya ha lanzado diez nuevos rones para la compañía y ha sido un ejemplo a seguir para otras cuantas mujeres que han conseguido su misma categoría en una industria dominada ancestralmente por el hombre.
Activismo con sabor a bombón
El chocolate y el activismo social son el entorno en que María Fernanda di Giacobbe ha desarrollado su proyecto profesional y personal. Venezolana de 57 años, es una empresaria chocolatera, que ganó en 2016 el premio del Basque Culinary Center de San Sebastián en reconocimiento a su labor en el mundo de la gastronomía.
La elaboración de chocolate es el motor de esta mujer, empresaria y emprendedora, que ha promovido infinidad de proyectos, entre ellos Cacao Origen, un centro de investigación y estudio del cacao venezolano.
Aunque de lo que quizás se sienta más orgullosa es de haber contribuido con sus talleres de bombonería a la formación y promoción profesional de unas 8.500 personas, muchas de ellas mujeres.
Otras 1.500 han podido graduarse en Gerencia de la Industria del Cacao en la Universidad Simón Bolívar, gracias a su trabajo social. Pero sin olvidar su faceta creativa e innovadora, que la ha llevado a mezclar el cacao genuino de su país, con frutos autóctonos y otros elementos insólitos, como el pimentón o el ají.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20180116/4436165533/mujeres-negocios-gastronomia.html
Sushi a pequeños bocados
Según Jiro Ono, un chef con tres estrellas Michelin, “las mujeres sufren un desequilibrio en el sentido del gusto por culpa de la menstruación y por eso no son buenas ‘itamae’”, que es como se denominan quienes hacen el sushi.
Uno de los grandes estereotipos de Japón es que las mujeres no pueden preparar el sushi
En Hadeshiko Sushi, su restaurante de Tokyo, sólo trabajan mujeres que, además, tienen que luchar contra otros prejuicios. Como se encuentra en el barrio de Akihabara, donde proliferan los “maids cafés”, muchos de los clientes piensan que se trata de una versión de sushi de esos lugares donde las camareras tienen la misión de complacer, de una forma entre inocente y provocativa, pero no explícitamente sexual, los deseos de la clientela masculina.
Pionera en las bodegas
Nacida en 1978 en una aldea zulú, tras fracasar en los estudios, fue aceptada en un programa de formación profesional universitaria en viticultura y enología, promovido por las Líneas Aéreas Sudafricanas.
Ntisiki Biyela fue la primera elaboradora de vino en su país natal y ahora tiene su propia marca, Aslina Wines
Al graduarse consiguió un trabajo como enóloga en las bodegas Stellekaya, donde elaboró su primer vino, un tinto que obtuvo la medalla de oro de los premios Michelangelo. También fue nombrada Vinatera del Año de Sudáfrica en 2009. En 2016 creó su propia empresa, ya reconocida a nivel internacional.
Cuando el café se viste de rosa
La iniciativa partió de Alyza Bohbot, perteneciente a una familia de cafeteros de Minnesota (Estados Unidos), tras constatar que la mitad de quienes se dedican a la recolección de café son mujeres y que éstas realizan el 70% de las labores necesarias para llevar los granos al mercado. Pero su labor apenas es conocida, y mucho menos reconocida.
Todo el grano con que se elabora el café de City Girl procede de cultivos propiedad o regentados por mujeres
El ron no es sólo cosa de hombres
Ya ha lanzado diez nuevos rones para la compañía y ha sido un ejemplo a seguir para otras cuantas mujeres que han conseguido su misma categoría en una industria dominada ancestralmente por el hombre.
Activismo con sabor a bombón
La elaboración de chocolate es el motor de esta mujer, empresaria y emprendedora, que ha promovido infinidad de proyectos, entre ellos Cacao Origen, un centro de investigación y estudio del cacao venezolano.
La elaboración de chocolate es el motor de esta mujer, empresaria y emprendedora, que ha promovido infinidad de proyectos
Otras 1.500 han podido graduarse en Gerencia de la Industria del Cacao en la Universidad Simón Bolívar, gracias a su trabajo social. Pero sin olvidar su faceta creativa e innovadora, que la ha llevado a mezclar el cacao genuino de su país, con frutos autóctonos y otros elementos insólitos, como el pimentón o el ají.
Fuente: http://www.lavanguardia.com/comer/tendencias/20180116/4436165533/mujeres-negocios-gastronomia.html
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