Ir al contenido principal

Los chefs bilbaínos que salvaron la mahonesa

Fotografía de Ángel Lorente en La Gaceta del Norte (17 de octubre de 1985) y logotipo antiguo del restaurante Bermeo./
Fotografía de Ángel Lorente en La Gaceta del Norte (17 de octubre de 1985) y logotipo antiguo del restaurante Bermeo.

Ángel Lorente y Eduardo Albareda, del restaurante Bermeo, inventaron en 1985 un método para pasteurizar esta salsa y evitar los casos de salmonelosis

ANA VEGA PÉREZ DE ARLUCEA
El 17 de octubre de 1985 saltaba la noticia: «cocineros vascos logran evitar la salmonelosis en la mayonesa», «por fin una mayonesa sin riesgo de intoxicaciones», «dos cocineros de Bilbao pasteurizan la mahonesa para eliminar sus riesgos». Prensa y televisión se llenaron con las caras de dos clásicos cocineros bilbaínos que, en un magnífico ejercicio de I+D, habían dado con un método infalible para elaborar mahonesa casera a salvo de infecciones por bacterias de Salmonella. Sus nombres: Ángel Lorente y Eduardo Albareda, jefe de cocina uno y de repostería el otro del famoso restaurante Bermeo, en el bilbaíno hotel Ercilla.
La salmonelosis llevaba varios años siendo motivo de alarma social, con varios casos de muertes e intoxicaciones masivas, y ese mismo verano del 85 había alcanzado prácticamente status de epidemia. Los periódicos alertaban de los peligros de las elaboraciones con huevo y desde las autoridades sanitarias se insistía en la importancia de la refrigeración y consumo inmediato de natillas, cremas pasteleras, tortillas y demás, pero la bacteria seguía haciendo sus estragos veraniegos. De repente, de la mano de dos chefs bilbaínos, llegó la solución. Consistía en hacer la mahonesa con aceite previamente calentado a unos 160 grados centígrados. Batiéndolos con los huevos y el resto de ingredientes de la salsa se obtenía una mahonesa que rondaba los 80 grados, temperatura a la que se eliminaban los patógenos causantes de la salmonelosis.

Sencillo, fiable y barato

Para dar con este método Lorente y Albareda pasaron meses experimentando en las cocina del Ercilla e hicieron infinidad de pruebas, probando primero con huevos cocidos o pasados por agua (que no daban el resultado deseado) y después con diversas temperaturas de aceite. Para ello contaron con la colaboración del departamento de Sanidad del Ayuntamiento de Bilbao, que realizó analíticas de todas las salsas resultantes hasta dar con la que no contenía rastros de Salmonella. La mahonesa resultante, una vez enfriada y almacenada en la nevera, se podía consumir tranquilamente durante un par de días y tenía el mismo gusto, textura y calidad que una salsa tradicional.
El procedimiento era sencillo, fiable y barato, y como tal despertó un enorme interés en el mundo de la hostelería. Ángel Lorente (1940-2016), chef navarro experimentado en fogones tan míticos como los del Aloha o el Torróntegui, llevaba ya años triunfando al frente de las cocinas del Bermeo. Él y Jesús Llona Larrauri, jefe de Sanidad y Laboratorios municipales además de gran gastrónomo, se hincharon en otoño de 1985 a dar entrevistas y ruedas de prensa sobre el nuevo proceso para pasteurizar la mahonesa, promocionando de paso la cocina vasca y la importancia de la investigación culinaria.
El método Lorente-Albareda fue empleado por muchísimos establecimientos en los años siguientes y despertó la conciencia del sector acerca de las prácticas de higiene y esterilización en cocina, así como su parte de responsabilidad en la salud pública. Lamentablemente, el proceso de pasteurización dependía de la voluntad o pericia del oficiante y en 1991 un real decreto obligó a usar ovoproductos u otros sustitutos para elaborar mahonesas, cremas u otros productos de consumo inmediato en los que el huevo figura como ingrediente. Pero si quieren ustedes asegurarse de hacer en casa una mahonesa 100% segura, prueben a seguir este I+D de neto origen bilbaíno. Con el aceite calentado a punto de fritura.
fuente: https://www.elcorreo.com/jantour/chefs-bilbainos-salvaron-20181025131640-nt.html

Comentarios

Entradas más populares de este blog

“San Pascual Bailón, báilame en este fogón, tú me das el sazón, y yo te dedico un danzón”. Por la Cofradía de San Pascual Bailón, Morelia, Michoacán SAN PASCUAL BAYLÓN (ó BAiLÓN) Pascual Baylón Nació en Torre Hermosa, Aragón, España, en 1540; le pusieron por nombre Pascual, por haber nacido el día de Pascua de Pentecostés. De una familia feliz, con pocos haberes y mucha generosidad, de joven fue pastor, después ingresó a la Orden franciscana, (Hermano lego de los Frailes Menores Descalzos de San Francisco) donde sobresalió por su alegría y devoción a la Virgen y a la Eucaristía. Dicen que recogía las sobras de la comida y las distribuía entre los pobres: siempre tenía para todos una sonrisa y una palabra amable. Reservaba para sí la peor comida y daba la mejor a los demás, nunca le faltó para dar. Decía: “Nunca hay que negar el pan a nadie, cuando hay generosidad y ganas de compartir, siempre se produce el milagro”. “Que mi vida os ayude a encontrar la felicidad
Productos del maguey de Nanacamilpa, Tlaxcala Por Elizabeth Romero diciembre 2, 2017 En el marco de la celebración del Primer Congreso Internacional del Nopal, Tuna y Maguey, llevado a cabo del 27 al 29 de Noviembre en el Centro de Convenciones de San Luis Potosí, hubo oportunidad de realizar una entrevista a un destacado y conocido productor de pulque del poblado de Nanacamilpa Tlaxcala, Don Senobio Becerra García, quien es de la tercera generación de su familia y en 2016 cumplió 50 años de dedicarse a esta actividad. Padre de diez hijos y abuelo de quince nietos, que orgullosamente menciona aquel dicho mexicano: “Pulque y Chito, seguro muchachito” . Nanacamilpa, no es sólo conocido por su Santuario de las Luciérnagas sino también por los productos que él y su familia producen, como el pulque natural y la preparación de “cur
Te presentamos a MK1, el robot “chef” Tech 29 Oct 2018 Preparan comidas y cócteles, recetas complejas y menús variados en bares, restaurantes, cruceros y casas. Su punto fuerte: exactitud, elegancia y rapidez. Dentro de poco tiempo es muy probable que, en lugar de los actuales ‘ chefs ’ y camareros de carne y hueso, ataviados con sus característicos gorros y delantales, encontremos autómatas articulados de metal y materiales sintéticos, preparando platos y cócteles a toda velocidad.  Esto es lo que permiten avizorar los últimos avances de robótica y automatización aplicada a la cocina y a la restauración, destinados tanto a profesionales como usuarios domésticos.  COCINANDO COMO UN CHEF El  autómata  MK1  de  Moley Robotics  (MR), consiste en unas manos robóticas con múltiples articulaciones, un amplio grado de libertad de acción, sensores táctiles y avanzados sistemas de control, que le permitea