Por Elizabeth Romero
Algunos lo llaman cereal aunque para otros no lo es, pero sin duda alguna es uno de los alimentos más saludables y nutritivos, ya que es rico en minerales, fibra, proteínas y carbohidratos. El huautli ahora conocido como amaranto ha ganado terreno al paso de los años en la dieta de las familias mexicanas, ya que recordemos era un alimento muy común que era consumido por los nahuas en guisos, tortillas, tamales o atoles. En el caso de los tamales, se usaban las hojas y los tallos de la planta para su elaboración y para los tamales y atole se utilizaba la semilla hecha harina. Cabe resaltar que la domesticación del amaranto fue contemporánea a la del maíz.
El amaranto también formaba parte de los ritos religiosos, ejemplo de ello, los nahuas hacían figuras de los dioses con una pasta llamada tzoalli, que se elaboraba de las harinas del huautli, maíz y miel de maguey. Las figuras eran comestibles y por su destacado sabor dulce ya no eran sometidas a ningún otro proceso, además su textura pegajosa daba la posibilidad de usar ésta masa como betún para recubrir objetos que representaban a los dioses. Se ingería a modo de una comunión en el acto religioso denominado teocua (de teotl, sagrado y cua, comer), ya que por ser la carne de los dioses, el tzoalli era considerado un remedio contra las bubas (sífilis), enfermedad que los dioses enviaban a quienes faltaban al ayuno carnal en vísperas de las ceremonias. A la llegada de los españoles, estos ritos desaparecieron determinando que el amaranto fuera satanizado, lo que dio como resultado la prohibición de su consumo, posesión y cultivo.
El amaranto es una planta con una variedad de setenta especies de las cuales, cuarenta se encuentran en el continente americano y las demás en el resto del mundo, siendo en México A. cruentus y A. hypochondriacus las especies que más se distribuyen y que sin duda alguna han contribuido para combatir problemas de desnutrición.
La planta alcanza los 3 metros de altura y se caracteriza por tener flores en color brillante ya sean doradas o rojas. En el valle de Tehuacán Puebla, se han encontrado muestras arqueológicas de granos de amaranto debido a que la planta se desarrollaba originalmente en hábitats abiertos surgiendo en desiertos, aluviones de dunas, márgenes costeros y ríos, adaptándose después a hábitats perturbados por el hombre.
En la actualidad, la India supera la producción comparada con México y es aquí donde sobresale la importancia de su consumo por la variada preparación de dulces típicos y más como alegrías, granolas, mazapanes, panes, galletas, tamales, atoles, tortillas, etc.
Referencia: http://www.codigosanluis.com/tanto-sabes-del-amaranto/
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